jueves, 21 de abril de 2011

Insuficiencia renal

Insuficiencia RenalLa insuficiencia renal (o fallo renal) es la condición en la cual los riñones dejan de funcionar correctamente. Fisiológicamente, la insuficiencia renal se describe como una disminución en la filtración de la sangre tasa de filtración glomerular (TFG). Clínicamente, esto se manifiesta en una creatinina del suero elevada.

Todavía no se entienden bien muchos de los factores que influyen en la velocidad con que se produce la insuficiencia renal o falla en los
riñones. Los investigadores todavía se encuentran estudiando el efecto de la proteína en la alimentación y las concentraciones de colesterol en la sangre para la función renal.

Clasificación

Insuficiencia renal aguda

Algunos problemas de los riñones ocurren rápidamente, como un accidente que causa lesiones renales, la pérdida de mucha sangre que puede causar insuficiencia renal repentina, o algunos medicamentos o sustancias venenosas que pueden hacer que los riñones dejen de funcionar. Esta bajada repentina de la función renal se llama insuficiencia renal aguda.

La insuficiencia renal aguda (IRA) es, como su nombre implica, una pérdida rápidamente progresiva de la
función renal, generalmente caracterizada por la oliguria, una producción disminuida de la orina, (cuantificada como menos de 400 ml por día en adultos,[1] menos de 0,5 mL/kg/h en niños, o menos de 1 mL/kg/h en infantes), desequilibrios del agua y de los fluidos corporales, y desorden del electrolito. Una causa subyacente debe ser identificada para detener el progreso, y la diálisis puede ser necesaria por el tiempo requerido para tratar estas causas fundamentales.

La insuficiencia renal aguda puede llevar a la pérdida permanente de la función renal. Pero si los riñones no sufren un daño grave, esa insuficiencia puede contrarrestarse.

Insuficiencia renal crónica

La insuficiencia renal crónica (IRC) es la condición que se produce por el daño permanente e irreversible de la función de los riñones secundario una pérdida en el funcionamiento y número de las nefronas. A nivel mundial, las causas más frecuentes (pero no las únicas) de Enfermedad Renal Crónica son: la
diabetes, la hipertensión, las enfermedades obstructivas de las vías urinarias (como cálculos, tumores, etc.). Puede ser la complicación de una gran cantidad de enfermedades del riñón, tales como nefropatía por IgA (enfermedad de Buerger), enfermedades inflamatorias de los riñones (llamadas en conjunto glomerulonefritis), pielonefritis crónica y retención urinaria, y el uso de medicamentos tóxicos para el riñón (especialmente medios de contraste y algunos antibióticos). La insuficiencia renal terminal(IRT)o(ESRF) es la última consecuencia, en la cual generalmente la diálisis se requiere hasta que se encuentre un donante para un trasplante renal.

En la mayoría de los casos, la
función renal se deteriora lentamente a lo largo de varios años y da inicialmente pocos síntomas, permitiendo que el paciente no sienta muchas cosas a pesar de tener anemia e incluso tener altos niveles de toxinas en la sangre. Cuando el paciente se siente mal, generalmente estamos ante casos muy avanzados de la enfermedad en los cuales la mayoría de las veces se hace necesario iniciar prontamente una terapia para reemplazar la función del riñón, la diálisis.

Cualquier persona puede sufrir de enfermedad renal, pero los de más alto riesgo son los diabéticos, los hipertensos y los familiares de personas que sufren de enfermedad renal. Como en la enfermedad renal no se producen síntomas (los riñones no duelen como las personas suelen creer, solo en caso de cálculos), las personas en riesgo que mencionamos antes deben hacerse estudios para detectar la enfermedad, los básicos son: Creatinina y filtracion glomerular.

Si se detecta la enfermedad tempranamente puede reducirse la velocidad con la que el daño progresa, retrasando la necesidad de iniciar las terapias de reemplazo de la función renal y preparando mejor al paciente para cuando sea necesario su inicio. Las
terapias de reemplazo renal son la hemodiálisis, la diálisis peritoneal, y el trasplante renal.

Enfermedad renal terminal

El estado en el cual hay insuficiencia renal total o casi total y permanente se llama enfermedad renal terminal. Las personas con esta clase de enfermedad deben someterse, para conservar la vida, a
diálisis o a un trasplante.

Cuando los riñones fallan

Los riñones sanos filtran la sangre eliminando el exceso de líquido, los minerales y los desechos. Los riñones también producen hormonas que mantienen los huesos fuertes y la sangre sana. Cuando los riñones fallan, los desechos dañinos se acumulan en el cuerpo, la presión arterial puede elevarse y el cuerpo puede retener el exceso de líquido y no producir suficientes glóbulos rojos. Cuando esto ocurre, usted necesita tratamiento para reemplazar la funcion de sus riñones porque no funcionan adecuadamente.

Cómo funciona la hemodiálisis


En la hemodiálisis, se permite que la sangre fluya, unas onzas por vez, a través de un filtro especial que elimina los desechos y los líquidos innecesarios. (Una onza equivale a aproximadamente 30 mL.) La sangre filtrada se devuelve luego a su cuerpo. La eliminación de los desechos dañinos, la sal y los líquidos innecesarios ayuda a controlar la presión arterial y a mantener el equilibrio adecuado de sustancias químicas en el cuerpo, como el potasio y el sodio.

Uno de los ajustes más importantes que usted debe hacer cuando comienza el tratamiento de hemodiálisis es seguir un horario estricto. La mayoría de los pacientes van a una clínica (un centro de diálisis) tres veces a la semana durante 3 a 5 horas o más en cada visita. Por ejemplo, usted puede tener un horario de lunes, miércoles y viernes o un horario de martes, jueves y sábado. Puede que le soliciten que elija el turno de la mañana, la tarde o la noche, dependiendo de la disponibilidad y capacidad de la unidad de diálisis. Su centro de diálisis le explicará las opciones para programar tratamientos regulares.

Los investigadores están explorando si las sesiones diarias cortas son mas eficaces para eliminar desechos que las sesiones largas realizadas durante la noche, cuando el paciente duerme. Los aparatos para diálisis más nuevos hacen que estas alternativas sean más prácticas para la diálisis en el hogar. Pero el Gobierno Federal aún no ha establecido una política para pagar más de tres sesiones de hemodiálisis por semana.

Varios centros en el país enseñan cómo realizar su propio tratamiento de hemodiálisis en el hogar. Un familiar o amigo suyo que será su ayudante deberá también capacitarse, lo que normalmente toma por lo menos de 4 a 6 semanas. La diálisis en el hogar le da a usted más flexibilidad con su horario de diálisis. Con la hemodiálisis en el hogar, puede que el tiempo para cada sesión y la cantidad de sesiones por semana varíen, pero usted debe mantener un horario regular para administrarse los tratamientos de diálisis con la misma frecuencia que los recibiría en una unidad de diálisis.

Afecciones relacionadas con la insuficiencia renal y sus tratamientos

Los riñones hacen mucho más que eliminar desechos y líquido innecesario. También producen hormonas y equilibran las sustancias químicas del cuerpo. Cuando los riñones dejan de funcionar, puede tener problemas de anemia y afecciones que afectan los huesos, los nervios y la piel. Algunas de las afecciones más comunes causadas por la insuficiencia renal son cansancio extremo, problemas de los huesos, problemas en las articulaciones, comezón y el “síndrome de las piernas inquietas”. El síndrome de las piernas inquietas le quitará el sueño porque sentirá que brincan y se mueven solas.
Anemia y eritropoyetina
 Anemia in Kidney Disease and Dialysis. (Esta publicación sólo está disponible en inglés.)

Osteodistrofia renal

El término “renal” describe cosas relacionadas con los riñones. La osteodistrofia renal, o enfermedad ósea de la insuficiencia renal, afecta al 90 por ciento de los pacientes que reciben el tratamiento de diálisis. Causa adelgazamiento y debilitación de los huesos o malformaciones óseas y afecta tanto a niños como adultos. Los síntomas se pueden ver en niños creciendo con enfermedad renal incluso antes de comenzar la diálisis. Los pacientes mayores y las mujeres que han tenido menopausia corren mayor riesgo de contraer esta enfermedad.

Para obtener más información sobre las causas de esta enfermedad ósea y su tratamiento en pacientes con diálisis, consulte la hoja informativa del NIDDK titulada
Renal Osteodystrophy. (Esta publicación sólo está disponible en inglés.)

La anemia es una afección en la que el volumen de glóbulos rojos es bajo. Los glóbulos rojos llevan oxígeno a las células del cuerpo. Sin oxígeno, las células no pueden usar la energía de los alimentos, de modo que quien tiene anemia puede sentirse cansado y lucir pálido. La anemia puede también contribuir a problemas cardíacos.

La anemia es común entre quienes padecen enfermedad renal porque los riñones producen la hormona eritropoyetina (EPO por sus siglas en inglés), la que estimula la médula ósea a producir glóbulos rojos. Los riñones enfermos a menudo no producen suficiente EPO y entonces la médula ósea produce menos glóbulos rojos. La EPO se comercializa y comúnmente se administra a pacientes en diálisis.

Para obtener más información sobre las causas y los tratamientos de la anemia en la insuficiencia renal, consulte la hoja informativa del NIDDK titulada

Comezón (Prurito)
Muchas personas tratadas con hemodiálisis se quejan de comezón, que por lo general empeora durante o inmediatamente después del tratamiento. La comezón es común incluso en quienes no padecen enfermedad renal; en la insuficiencia renal, sin embargo, la comezón puede empeorar por los desechos del torrente sanguíneo que las membranas de los dializadores actuales no pueden eliminar de la sangre.

El problema también puede estar asociado con niveles altos de la hormona paratiroidea (PTH por sus siglas en inglés). Algunas personas han encontrado un gran alivio después de que se les quitaron las glándulas paratiroideas. Las cuatro glándulas paratiroideas se encuentran en la superficie externa de la glándula tiroidea, que está ubicada en la tráquea en la base del cuello, justo encima de la clavícula. Las glándulas paratiroideas ayudan a controlar los niveles de calcio y fósforo en la sangre.

Pero no se ha encontrado una cura para la comezón que funciona para todos. Los aglutinantes de fosfato parecen ayudar a algunas personas. Estos medicamentos actúan como esponjas para absorber, o aglutinar, el fósforo mientras está en el estómago. Otros encuentran alivio después de la exposición a los rayos ultravioleta. Y hay quienes mejoran con inyecciones de EPO. Se ha descubierto que algunos antihistamínicos (Benadryl, Atarax, Vistaril) también ayudan; además, la crema de capsaicina aplicada a la piel puede aliviar la comezón calmando los impulsos nerviosos. En cualquier caso, es importante cuidar la piel seca. La aplicación de cremas con lanolina o alcanfor puede ayudar.

Trastornos del sueño
Los pacientes en diálisis a menudo sufren de insomnio, y algunas personas tienen un problema específico llamado síndrome de apnea del sueño, que por lo general se reconoce por ronquidos e interrupciones en la respiración. Los episodios de apnea son en realidad pausas en la respiración durante el sueño. Con el tiempo, estas alteraciones del sueño pueden conducir a insomnio por la noche y somnolencia durante el día, dolor de cabeza, depresión y alerta disminuida. La apnea puede estar asociada con los efectos de la insuficiencia renal avanzada en el control de la respiración. Los tratamientos que surten efecto en quienes tienen apnea del sueño, ya sea que padezcan insuficiencia renal o no, incluyen bajar de peso, cambios en la posición para dormir y uso de una máscara que suavemente bombea aire continuamente hacia la nariz. Este último se conoce como presión positiva continua nasal de las vías respiratorias (CPAP por sus siglas en inglés).

Muchas personas en diálisis tienen problemas para dormir de noche porque tienen las piernas doloridas, incómodas y nerviosas o “síndrome de las piernas inquietas”. Puede sentir un fuerte impulso de patear o sacudir las piernas. Puede que patalee durante el sueño y que perturbe a su pareja en la cama durante la noche. Las causas del síndrome de las piernas inquietas pueden incluir daños en los nervios o desequilibrios químicos.

El ejercicio moderado durante el día puede ayudar, pero hacer ejercicios unas horas antes de la hora de dormir puede hacer que empeore. Las personas con el síndrome de las piernas inquietas deben reducir o evitar la cafeína, el alcohol y el tabaco; algunas personas también encuentran alivio en los masajes o los baños tibios. Una clase de fármacos llamados benzodiazepinas, usados a menudo para tratar el insomnio o la ansiedad, pueden también ayudar. Estos medicamentos recetados incluyen Klonopin, Librium, Valium y Halcion. Una terapia más nueva y a veces más eficaz es la levodopa (Sinemet), un fármaco usado para tratar la enfermedad de Parkinson.

Los trastornos del sueño pueden no parecer importantes, pero pueden debilitar su calidad de vida. No dude en comunicar estos problemas a su enfermero, médico o trabajador social.

Amiloidosis
La amiloidisis asociada a la diálisis (DRA por sus siglas en inglés) es común en gente que se ha sometido a diálisis por más de 5 años. La DRA se desarrolla cuando las proteínas de la sangre se depositan en las articulaciones y los tendones causando dolor, rigidez y líquido en las articulaciones, como en el caso de la artritis. Los riñones filtran estas proteínas, pero los filtros de la diálisis no son tan eficaces. Para obtener más información, consulte la hoja informativa del NIDDK titulada
Amyloidosis and Kidney Disease. (Esta publicación sólo está disponible en inglés.)

martes, 19 de abril de 2011

Insuficiencia renal

Insuficiencia renal aguda nefrotóxica
Las nefrotoxinas aumentan la incidencia de IRA en el anciano, en la hipovolemia o la exposición a otras toxinas. Los medios de contraste radiográfico, ciclosporina y tacrolimús lesionan los riñones por medio de vasoconstricción intrarrenal.


Los antibióticos y antineoplásicos generan ATN (necrosis tubular aguda) por sus efectos tóxicos directos en las células epiteliales tubulares , y obstrucción intratubular. Los aminoglucósidos se acumulan en dichas células originando estrés oxidativo y daño celular.

Nefrotoxinas endógenas: calcio, mioglobina, hemoglobina, uratos, oxalatos y cadenas ligeras de mieloma.
La hipercalcemia disminuye la filtración glomerular al inducir vasoconstricción intrarrenal y también depleción volumétrica.
La hemoglobina y la mioglobina acelulares son inhibidoras potentes de la bioactividad del óxido nítrico y pueden desencadenar vasoconstricción e isquemia intrarrenales.
 
Aspectos patológicos de ATN isquémica y nefrotóxica
Signos patológicos clásicos de ATN isquémica:
  • Necrosis focal y dispersa del epitelio tubular con desprendimiento de las células desde la membrana basal.
  • Oclusión del interior de los túbulos.
Aspectos patológicos de ATN isquémica y nefrotóxica
En los vasos rectos se observa acumulación de leucocitos. La necrosis es más grave en el segmento S3 de los túbulos proximales, afectando también la rama ascendente del asa de Henle.

Otras causas de IRA intrínseca
Cualquier fármaco puede desencadenar nefritis intersticial alérgica, que se caracteriza por infiltración de granulocitos en la zona tubulointersticial. Los fármacos más lesivos son los antibióticos y los AINES.

Los individuos con ateroesclerosis avanzada pueden presentar IRA después de manipulación de sus arterias renales o la aorta durante cirugías o angiografías.

Insuficiencia renal aguda posrenal
La obstrucción urinaria explica menos del 5 % de los casos de IRA. La causa más común es la obstrucción del cuello vesical y es causada por enfermedades de próstata, vejiga neurógena o administración de anticolinérgicos.

Insuficiencia renal aguda posrenal
La obstrucción de uréteres puede ser consecuencia de bloqueo intraluminal, infiltracion de la pared del uréter o compresión externa.

Signos clínicos y diagnóstico diferencial
Si la elevación de la concentración sérica de úrea y creatinina es reciente, el cuadro es agudo. Signos de nefropatía crónica: anemia, manifestaciones de osteodistrofia renal, y riñones pequeños y cicatrizales.


Evaluación clínica
Los síntomas de IRA prerrenal incluyen sed y mareo ortostático, fatiga, hipotensión ostostática, taquicardia, menor presión venosa yugular, disminución de la turgencia cutánea y membranas mucosas secas.

La hipovolemia, el choque séptico y las cirugías mayores constituyen factores importantes de riesgo para que surja ATN isquémica. La ATN isquémica y nefrotóxica explican más del 90 % de los casos de IRA intrínseca. La fiebre, artralgias, y el cuadro eritematoso pruriginoso después de exposición a un nuevo fármaco sugieren nefritis intersticial alérgica. El dolor en el costado puede ser un síntoma notable después que se ocluye una arteria o vena renal.
La IRA posrrenal puede ocasionar dolor suprapúbico y de costado por distensión de la vejiga, el sistema colector y la cápsula renal. Es posible que haya enfermedad de próstata si se obtiene el antecedente de nicturia, poliaquiuria, dificultad para la emisión del chorro y agrandamiento de la próstata.